Flagelaste
mi ego con tus palabras
y
vaciaste el cáliz de mi paciencia,
rompiéndome
el deseo de clemencia,
tirándome
al abismo en sus honduras.
Donde
sabes se crean los olvidos,
allí
en donde el pasado se disipa,
en
donde la nostalgia se disculpa,
o
la memoria huye de los oídos.
Ahora
quieres darlo por borrado
que
de ayer nada se hable en este día,
si
hubo pleito lo demos por zanjado
Y
a mí eso me parece una osadía,
no
se puede borrar lo que ha pasado,
ni
se puede excusar tu cobardía.
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