Se va la luz de mis ojos, sin dudar al infinito,
dejándome amargamente, en miserable cobijo,
se aleja evanescente, sin ruido, sin resquicio,
sin haber tocado nunca lo que iluminó su sitio.
Se lleva mis pensamientos, bloqueando los sentidos,
los sueños que como sueños se quedan en el olvido,
miles de abrazos volaron, miles de besos fallidos,
caricias que nunca hubo, a pesar de lo prescrito,
situaciones amorosas, confidencias de lo escrito.
Sin que nada lo remedie se va y lo doy por perdido,
viudo de amor fracasado, de luto por el extinto,
mas, no quiero duelo por muerto, en mí no ha fenecido,
lo guardaré en mí pecho, como apreciado que ha sido,
sin permitir que nada enturbie lo que por él he sentido.
dejándome amargamente, en miserable cobijo,
se aleja evanescente, sin ruido, sin resquicio,
sin haber tocado nunca lo que iluminó su sitio.
Se lleva mis pensamientos, bloqueando los sentidos,
los sueños que como sueños se quedan en el olvido,
miles de abrazos volaron, miles de besos fallidos,
caricias que nunca hubo, a pesar de lo prescrito,
situaciones amorosas, confidencias de lo escrito.
Sin que nada lo remedie se va y lo doy por perdido,
viudo de amor fracasado, de luto por el extinto,
mas, no quiero duelo por muerto, en mí no ha fenecido,
lo guardaré en mí pecho, como apreciado que ha sido,
sin permitir que nada enturbie lo que por él he sentido.
10 comentarios:
Dejo bicos y, por si no nos encontramos hoy, felicitaciones y un brindis con un cava que te guste y, si no te gusta demasiado como a mí, con una copa de agua simplemente.
Me sigue gustando el poema.
Excelente poema. De adiós y tristezas muy bien plasmadas. Un gustazo leerlo, por supuesto. Y aprovecho para dejarte mis mejores deseos, hermano, para que este 2009 que llega te conceda todo lo bueno que tengas pendiente por concretar. Muchas Felicidades, de tu hermano argentino.
Pues no, no me gusta el cava, bueno no es eso exactamente, al mezclarlo con otras bebidas me coloca rápidamente y me da dolor de cabeza, por eso prefiero no tomarlo y ahora que me doy cuenta no brindé nada, bueno, tampoco había mucho por qué brindar.
Me alegro mucho de que te guste el poema y deseo que este año que recién comienza, sea para ti como un poema de tú gusto, en el que se vayan cumpliendo todos tus deseos.
Un bico.
Nunca podré agradecerte lo suficiente, todo lo que haces Dante.
Me alegro mucho de que te guste mi poema y de hermano gallego a hermano argentino casi gallego te deseo lo mejor para toda la vida.
Qué seas muy feliz, hermano.
Balteu:
Lo primero, desearte un Feliz Año.
Lo segundo, haciendo referencia a tu poema te diré que los adios son díficiles pero si no son deseados, más dificiles aún.
Un saludo y espero que nunca te encuentres en la tesitura de tener que decir a nadie querido adios por pura obligación.
Para mí todos los adioses son muy difíciles, no me gusta despedirme de nadie, ni de nada, así es que nunca son deseados, pero si hay que hacerlo lo hago aunque me quede trasteado una buena temporada.
También deseo que tengas un feliz año.
Un bico.
Confieso que no había leído este poema...
Me dan penita las despedidas...Siempre prefiero desaparecer sin avisar.
Sólo insinuo...
besitos
soni
Son solo palabras Soni, que en un momento determinado pueden decir mucho y luego no decir nada. Cuando nos sentimos culpables, quizá es mejor salir sin decir nada o musitar un solícito perdón, antes de dejar la estancia, pero creo que conviene aclarar las cosas si es una despedida definitiva o prolongada.
Muchas gracias por tu visita y por dejar constancia de tu paso con el comentario.
Un bico.
A veces un adiós embarca directo a la playa del olvido y, en otras ocasiones, ese adiós se transforma en un volver a abrir el libro de lo vivido y rescatar las naves que encallaron trasladándolas a un puerto seguro.
Es que es así, a veces, sólo a veces.
Nunca creas que una tempestad carece de soles venideros.
Mis respetuosos saludos a usted.
Tokio y Beijing
Me repatea el hígado encontrarme con anónimos, pero tengo que reconocer que cuando dicen cosas tan bonitas y tan llenas de razón como éstas, es tanta la fuerza de atracción que ejercen sobre mí, que no me queda más remedio que agradecerlas y más si terminan con “respetuosos saludos”
Tampoco esperaba tener ningún lector de esas maravillosas capitales orientales.
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