Pisé un escalón falso,
y mi vida se volvió gris,
mas de pronto llegaste tú,
al principio despacito,
con cuidado.
Y en un momento,
el arco iris
vibró de repente
con todos sus colores,
dejándome relajado un tiempo,
de azul pálido a ultramar profundo,
de verde amarillento a un verdor oscuro,
de marrón terroso a rojo apasionado.
Y ya no me sentía cómodo en ningún sitio
sin tu imagen cerca de mí,
a donde quiera que fuera
te llevaba en el pensamiento,
si te tenía a mí lado, te miraba extasiado,
y si estabas lejos, te soñaba enamorado.
Cambiaste mí mundo iluminando mí vida.
4 comentarios:
¡qué bonito! Es lo que tiene la vida: de pronto llegaste tú, y todo se hace más fácil, más hermoso.
Ya ves, es muchas ocasiones me gustaría decirte gracias. Gracias por estar ahí con mi familia, acompañándonos en nuestro día a día.
Hoy leo tu poema. Mira, te lo dedico a ti: De pronto llegaste tú. GRACIAS.
Gracias a ti Anabel, por leerme y ponerme estos comentarios tan cariñosos, pero gracias también por ser como eres, porque me sirves de ejemplo, de trabajo, de voluntad infatigable para sacar adelante situaciones y metas que a otra persona, parecieran imposibles.
Un racimo de bicos para ti.
El amor llega alumbrando todo. Y nada vuelve a ser lo mismo cuándo no está cerca. Tus versos llevan esperanza al corazón, hermano. Siempre es un gusto pasear por tu casa. Aunque con demora, siempre voy detrás de tus letras. Dejo un abrazo.
Muchas gracias Dante, por tu visita y por esas palabras tan certeras, yo pienso lo mismo, un amigo no se demora, llega siempre en el momento preciso, que es exactamente cuando llegaste tú.
Un abrazo, compañero.
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