Vendimio sangre de mi sangre
para hacerme vino amargo,
carne de mi carne vendimio
para perderme y no hallarme.
Que en la taberna que envinen
se pudra mi propia carne,
porque esa llaga que tengo
duele pero ya no echa sangre.
4 comentarios:
Regreso para comentar y me encuentro con estos versos terribles, casi terroríficos. Lo curioso es que, al mismo tiempo, son hermosos.
De todas maneras me pregunto ¿de qué lugar de tu interior habrán arrancado para gritar de tal manera?.
Biquiños
Pues sí, reconozco que son terribles, pero son como gritos que de mi interior salieron apreciada compañera de letras y es que a veces siento que debo expresarlo todo, de esta vez tocó eso.
Bicos
Muy fuerte, pero a la vez hermoso. Coincido con Fonsilleda.
Es ese grito necesario, mi querido Balteu. Un latido que remece el alma y es capaz de traspasar los muros donde solemos esconder las heridas.
Un abrazo grande
Es cierto Pilar, lo has dicho mejor que yo y lo siento así, tal cual lo escribes.
Muchas gracias por tus palabras.
Bicos
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