Crece el viento en la cañada
antes de llamar en mi ventana,
es el mismo que arrulla tú despertar,
le digo que te hable bajito,
suave, calmado y sin bramar,
para que te recobres dulcemente,
sin excitar tú mente con ruidos,
bajando el tono de su ulular.
Ya el sol brilla en lontananza,
el día despierta y aviva el paso,
seguramente también a ti ha iluminado,
y estará radiante la alegría en tú rostro.
Imagino la luz de tus bellos ojos,
el brillo intenso de tus labios frescos,
siempre prestos a darme los buenos días,
y como explican esas manos,
que te has levantado pensando en mí.
2 comentarios:
Muy hermoso y,creo, que este tipo de poesía va de la mano contigo y fluye libremente, sinpresionar versos.
Abrazos inmensos!
TQM
Muchas gracias por tus letras apreciada compañera, sin duda tú estima te lleva a darme esa inmerecida alabanza, que me enorgullece por venir de una de mis poetas preferidas.
Bicos.
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