Voy por el mar de mis recuerdos
y navego escuchándote hacia el sur de mi vida,
dejando a un lado los avatares que he ido encontrando por el
camino,
sin ellos estoy desnudo hasta que encuentre mi destino.
En el horizonte de tu palabra,
busco paisajes repoblados de sueños
y eludo los laberintos que me alejen de descubrir
nuevos lugares inventados por ti.
En el confín de tus versos siempre encuentro
un relajo para mis sentidos y el sustento para elevar mi
ánimo,
así sueño y vuelo en los parajes que describes,
deteniéndome en aquellos lugares donde tu corazón
late con más intensidad.
2 comentarios:
Hermosa manera de navegar y de detenerse en "aquellos lugares".
Como bien sabes Ana, la imaginación es un vehículo que te lleva a todo tipo de lugares, así también puedes detenerte allí donde te apetezca.
Lo escribí mientras oía música de Ennio Morricone, así que imagina los lugares.
Bicos.
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