Nuestros cuerpos enardecidos por la pasión del momento,
ruedan por el escenario de nuestras nostalgias
en un incomprendido minueto,
al compás de una semifusa que huye
del piano de cola con una corchea bollera.
Te robo el beso que llevabas prendido en el pelo
con una clave de sol somnolienta y desaliñada
en un detritus de profundis en solfa binaria,
mientras tus pies cruzan la danza del valle de los enanos.
El sonido gutural del oboe interpreta la marcha fúnebre de Wolfgang,
coreado por otros instrumentos de viento entre los que destaca el eco,
todos callan ahora para que sea la tramontana de Giuseppe la que ponga el punto final
y nos unimos en el mismo centro elevándonos en un tornado de sueños.
ruedan por el escenario de nuestras nostalgias
en un incomprendido minueto,
al compás de una semifusa que huye
del piano de cola con una corchea bollera.
Te robo el beso que llevabas prendido en el pelo
con una clave de sol somnolienta y desaliñada
en un detritus de profundis en solfa binaria,
mientras tus pies cruzan la danza del valle de los enanos.
El sonido gutural del oboe interpreta la marcha fúnebre de Wolfgang,
coreado por otros instrumentos de viento entre los que destaca el eco,
todos callan ahora para que sea la tramontana de Giuseppe la que ponga el punto final
y nos unimos en el mismo centro elevándonos en un tornado de sueños.
4 comentarios:
Magistral Balteu, toda una sinfonía de música y belleza en tus palabras.
Un abrazo.
Muchas gracias Taty, celebro que lo veas así y te guste.
Bicos
¡Hale!, luego decimos que...
Te nos has vuelto totalmente surrealista.
Me gustan esas notas musicales huyendo entre si, con caracteres humanos, me encanta la referencia a la música y a algún compositor, he disfrutado bailando el minueto mientras los instrumentos se reflejaban en el eco.
Y, en medio, una dosis de sensual erotismo.
Bicos.
Me encanta que lo veas así Ana, más o menos eso es lo que quería mostrar.
Muchas gracias por seguir leyendome y comentandome.
Un acio de bicos pra ti.
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