Llegó el otoño a mi casa
inundando todo de
humedades externas
y te encontraba cercana
en las largas noches
que sin serlas daban
oscuridad desde el comenzar del día,
envolviéndome con su
manto de finísima lluvia.
Sí, sé que a ti también
te gusta esta caricia que la tibieza del agua
parece darnos con el
cariño del ecosistema,
que como a mí, no te
importa mojarte un poco y sonreírle al tiempo,
que a los dos nos seduce
el paisaje de los verdes sobre los grises,
de los colores de las
pocas flores que quedan, emergiendo
como lo hacen también la
gran variedad de setas
y como con la neblina
afloran los aromas del bosque y de la tierra mojada.
Todas las estaciones son
bellas, hay que encontrar su encanto,
pero sin duda todas nos
dejan ese sabor lozano de la naturaleza.
2 comentarios:
¡Claro! eso es. Bien querido amigo, bien.
Por tu comentario diría que tú también ves así el otoño.
Me alegra encontrarte de nuevo por mis letras, siempre me gustaron tus comentarios, gracias.
Un bico.
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